25 clases de amigos que conviene tener.
Una chica, o chico, cuyo padre
sea el presidente de una consolidada empresa y no tenga reparos a la
hora de enchufarte como subdirector general.
Si esto no fuera posible, un político al que le guste tener a sus más allegados dentro de su equipo de gobierno.
Un banquero, para que te enseñe a robar y encima parezcas la víctima.
Un informático, para que puedas ver porno en el ordenador sin temer a los virus.
Un estúpido, para parecer siempre más elocuente.
Un sabio, para no dejar nunca de aprender.
Un niño, para que nunca desaparezca al que llevas dentro.
Un anciano, para que nunca dejes de madurar.
Un portero de discoteca, para que te deje entrar en el garito sin importar tu aspecto.
Si esto no fuera posible, un político al que le guste tener a sus más allegados dentro de su equipo de gobierno.
Un banquero, para que te enseñe a robar y encima parezcas la víctima.
Un informático, para que puedas ver porno en el ordenador sin temer a los virus.
Un estúpido, para parecer siempre más elocuente.
Un sabio, para no dejar nunca de aprender.
Un niño, para que nunca desaparezca al que llevas dentro.
Un anciano, para que nunca dejes de madurar.
Un portero de discoteca, para que te deje entrar en el garito sin importar tu aspecto.
Un relaciones públicas de
discoteca que te presente a las mejores gogos del lugar
Un barman de discoteca que te
deje invitar a las gogos
Un abstemio, para tener siempre
a alguien te lleve a casa cuando estés borracho.
Una gogo que no tenga
inconveniente en ser tu follamiga y daros una alegría los fines de
semanas sin compromiso alguno.
Una amiga de tu follamiga, para
darte grandes homenajes con las dos, al menos una vez al mes, y
evidentemente, con menos compromiso que antes.
Un policía, para que te quiten
las multas por mal aparcamiento.
Un abogado, por si has ido más
allá de la simple multa y el policía no pudiera ayudarte.
Un juez, por si a tu amigo abogado la cosa se le ha
ido demasiado de las manos.
Un sieso, para que siempre
parezcas una persona simpática.
Un cachondo, para no parecer
nunca un payaso.
Un deportista, para al menos,
hacer ejercicio un par de veces a la semana.
Un feo, para parecer siempre
más guapo.
Un justiciero amante de las
artes marciales, para que él siempre sea el que se lleve las ostias
que van dirigidas a ti.
Un gafe, para poder echarle a él las culpas de todas tus desgracias.
Alguien que viva en otra ciudad,
para tener siempre alojamiento gratuito si te apetece desconectar de
la rutina.
Un optimista, para que te ayude
en esos momentos de bajón.
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